RESUMEN: Los laberintos de la identidad. Procesos identitarios en las poblaciones indígenas.



Resumen: Los laberintos de la identidad. Procesos identitarios en las poblaciones indígenas. 

Por Lic. Sara Torres


LAS IDENTIDADES ÉTNICAS
  • En 1997 el autor publica un libro donde planteaba, retomando a Roberto Cardoso de Olivera (1976), que la identidad étnica se construye como resultante de una estructuración ideológica de las representaciones colectivas derivadas de la relación diádica-contrastiva entre un "nosotros" y un"los otros". Afirmando entonces encontrarse en el ámbito de la ideología.
  • La identidad étnica es una construcción que realizan tanto las sociedades para expresar su alteridad frente a otras y ordenar sus conductas, como el mismo antropólogo que pretende vislumbrar las identificaciones sociales que se hacen inteligibles en los contextos inter-étnicos. Cabe entonces distinguir desde un primer momento a la identidad étnica como representación social colectiva, de la etnicidad entendida como identidad en acción, como asunción política de la identidad.
  • Dentro de las perspectivas contemporáneas referidas a las identidades étnicas y la etnicidad, distingue dos grandes propuestas. Por un lado están aquellos que las consideran como un fenómeno histórico ligado a la modernidad o a la globalización, mientras que por otro lado, estarían aquellos que la perciben como un fenómeno "natural", donde los orígenes no son tan significativos como las manifestaciones actuales. Ambas perspectivas no son excluyentes entre sí, aún cuando las identidades y las etnicidades que expresan las ideologías étnicas son preexistentes a la modernidad y a la globalización capitalista contemporáneas, pero la actual dinámica comunicativa favorece su visualización de tal manera que pareciera constituir un novedoso fenómeno contemporáneo.

Un enfoque que intenta conjugar lo histórico con lo situacional y al que se le adjudica la ambigua calificación de neo-marxista, es el propuesto por J.L y J Comaroff (1992:50), quienes comparan  la etnicidad con el totemismo, en la medida en que constituiría básicamente un sistema clasificatorio (op.cit:53) y la ven como resultante de fuerzas históricas, por lo cual sería tanto estructural como cultural; si bien se originaría "por la incorporación asimétrica de grupos estructuralmente diferenciados en el marco de un mismo sistema económico.



PRECISIONES SOBRE EL TEMA

Bartolomé afirma que las recientes aproximaciones teóricas a las identidades étnicas, se han dividido entre las propuestas primordialistas, las constructivistas, las instrumentalistas. y las interaccionistas.
  • Las primordialistas enfatizan la intensidad de los lazos sociales grupales vividos como aspectos fundamentales en la constitución de la persona. Dice que el primordialismo no debe ser confundido con el substancialismo, propio de los discursos nacionalistas, que asumen la existencia de "esencias nacionales", o en este caso étnicas, ya que se trata de una constatación empírica del poder afectivo de la socialización primaria mediada por la cultura. 
Se suele reconocer que E. Shils (1957) fue el primero en sugerir la noción primordialismo, para fundamentar su propuesta de la importancia de los grupos primarios en la configuración de las sociedades complejas. Sin embargo, es frecuente atribuir a C.Geertz la sistematización de esta perspectiva en su análisis de la constitución de los nuevos Estados, proceso en el que se confrontaban los grupos étnicos con la construcción estatal; es decir, un nuevo orden civil que era percibido como una amenaza para las identidades étnicas histórica y culturalmente determinadas.

CRITICA:
  1. Por no dar cuenta del papel del contexto económico y político en el cual las identidades se manifiestan, ni de advertir que los lazos primordiales no son suficientes para evitar los conflictos intraétnicos y las presiones del Estado que endurecen o hacen permeables las fronteras étnicas y, en síntesis, el papel fundamental de la interacción material y simbólica con los "otros" en la construcción de un"nosotros".



  • Por otro lado tendríamos a los constructivistas aquellos que hacen hincapié en el carácter construido de las identidades de los grupos étnicos,en cuya constitución se evidencian tanto componentes históricos, lingüístico o culturales como imaginarios.
A. Epstein (1978) sería uno de los iniciadores de esta propuesta, orientada más hacia las dimensiones identitarias de la etnicidad que a sus consecuencias políticas, a la vez que la considera como un fenómeno ligado a la modernidadSe orienta a entender su construcción social en la línea de análisis que propusieran inicialmente P. Berger y T. Luckmann(1973). Constituye un enfoque particularmente útil para el estudio de los procesos de etnogénesis, tanto históricos como contemporáneos. Esta perspectiva se suele alimentar de las formulaciones teóricas referidas a las naciones, tales como la "invención dela tradición" de E. Hobsbawm y T.Ranger o las “comunidades imaginadas" de B. Anderson (1993).

CRITICA: 
  1. Los constructivistas a ultranza tienden a ignorar el hecho de que etnias y naciones no son unidades equivalentes, aunque constituyan comunidades etnoculturales que puedan ser similares por poseer identidades exclusivas. La mayor diferencia radica en que la nación es una colectividad de identificación construida por un Estado y sus aparatos hegemónicos, en tanto que las etnias carecen, por lo general, de las posibilidades de una intercomunicación generalizada que favorezca compartir tradiciones inventadas,o imaginar una existencia comunitaria que en realidad que se da cara a cara, aunque puedan afirmar una imaginaria ancestralidad compartida.


  • Otra perspectiva teórica ligada al constructivismo sería la instrumentalista, tendencia en cierto modo predominante a partir de las propuestas de N.Glazer y D. Moyniham (1975) y de A.Cohen (1974,1982). Para los instrumentalistas,la identidad étnica es básicamente un recurso para la movilización política, dentro de la cual es manipulada para obtener determinados fines. Así Glazer y Moyniham, fueron unos de los primeros en señalar que un grupo étnico funciona precisamente como un grupo de interés (1975:4). 

Un autor clave del instrumentalismo es A. Cohen, quien define taxativamente al grupo étnico como una colectividad con intereses en común y que manipulan sus formas culturales (parentescos, mitos, ritos,etc.) para competir o defender dichos intereses (1982:308) M. Hechter (1996), vincula la etnicidad a la teoría de la elección racional (cálculo de costos y beneficio La perspectiva instrumentalista es llevada a nivel exponencial por el utilitarismo individualista de M. Banton (1983), el que sostiene que los grupos étnicos no seríansino asociaciones de individuos construidas para competir por bienes en disputa, en una situación de mercado en la cual las personas pretenden obtener ventajas de acuerdo a una evaluación de los costos y los beneficios.


CRÍTICA:
  1. Estas propuestas, originadas en los estudios de la competencia entre grupos étnicos en ámbitos urbanos, tienden a minusvalorar las distintas axiologías contrapuestas y sus sistemas de valores involucrados, así como la presencia de diferentes lógicas culturales que no pueden ser exclusivamente reducidas a la lógica de la ganancia. Las minorías étnicas portadoras de religiones perseguidas, la reproducción de tradiciones étnicas sancionadas por los Estados, la disposición de individuos o grupos a morir por sus valores culturales, contradicen la lógica de la ganancia.En su expresión extrema, el instrumentalismo se utiliza con frecuencia para descalificarla presencia de actores étnicos en los escenarios políticos.


  • El enfoque generativo o interaccionista acuñado por Fredrik Barth (1976 [1969]) que disocia al grupo étnico de la tradicional relación con una cultura específica, y lo propone como una forma de organización orientada a regular la interacción social a través de la presencia de fronteras a la interacción, a la vez que genera categorías de auto-adscripción y de adscripción por otros. Se trata entonces de un tipo organizacional,cuyos referentes culturales son altamente variables, por lo que las identificaciones étnicas resultantes no se vinculan necesariamente con un patrimonio cultural exclusivo. La categoría"frontera" aparece así como un rasgo fundamental de lo étnico, ya que la misma existencia del grupo depende de la persistencia de sus límites. Las identidades que se construyen en estos grupos son identidades relacionales, ya que necesitan de otras para contrastarse.

CRÍTICA:
  1. Desde el marxismo que destaca la ausencia de referencias a las contradicciones económicas al interior o con el exterior de las etnias organizacionales. Tambiénse podría señalar su escasa atención a los sistemas simbólicos involucrados en las relaciones interétnicas, y en especial a aquellos que aluden a las situaciones del poder.

Barth otorga escasa relevancia al Estado dentro del cual habitan los grupos étnicos. El riesgo entonces consiste en no poder distinguir las identidades étnicas de otro tipo de identidades sociales, entonces es necesario, para M. Bartolomé, distinguir entre identidad y conciencia étnicas. Propone la validez instrumental del concepto de conciencia étnica, entendiéndolo como la manifestación ideológica del conjunto de las representaciones colectivas derivadas del sistema de relaciones interiores de un grupo étnico, las que se encuentran mediadas por la cultura compartid. Ubicándose  en una propuesta de transacción, M.Bartolomè  concluye que estas perspectivas, aparentemente excluyentes, son en realidad distintas aproximaciones a una teoría general de la identidad étnica, en la medida en que expresan algunos de sus aspectos o posibilidades.


Definir la identidad étnica en sí es una empresa riesgosa y cuyo nivel de generalización puede ser desaconsejable, sin embargo nada más evidente que sus manifestaciones concretas a través de los conflictos étnicos, las migraciones, los procesos de etnogénesis o las movilizaciones etnopolíticas. Es por ello que todas las perspectivas, deberían ser tomadas en cuenta. Afirma también que la falta de reconocimiento de los logros intelectuales de las llamadas "antropologías periféricas", hace ignorar que ya hace más de tres décadas el brasileño Roberto Cardoso de Oliveira acuñó y desarrolló una coherente teoría de la identidad (1964, 1976, 1992),basándose en una amplia experiencia etnológica y en un adecuado manejo analítico, que lo llevó a destacar el carácter procesal de la identidad que cambia con el tiempo y las circunstancias, se manipula instrumentalmente y que recurre a distintos signos diacríticos(elementos culturales) para definirse.Pero también enfatizó el hecho de que las identidades son las formas ideológicas que asumen las representaciones colectivas de un grupo étnico.

Condiciones e identificaciones
A pesar de que las identidades étnicas se han convertido en un tema de actualidad,  todavía hay quienesconfunden la identidad con una especie de "mismidad", tal sería el caso de N. García Canclini (2003) quien sostiene que la hibridación lleva a relativizar la noción de identidad, ya que no se pueden establecer identidades locales auto contenidas ni existen identidades"puras" o "auténticas", cosa que, como hemos visto, ningún teórico contemporáneo de la antropología pretende afirmar. Por ello el autor quiere recordar algunos de los usos que considera incorrectos del concepto:
  • A) Seguir asimilando las identidades étnicas, avaladas por referentes culturales provenientes de otras civilizaciones, a las identidades de grupos contra-culturales o minoritarios occidentales, tales como las minorías sexuales, "raciales", la problemática femenina, el ecologismo, los migrantes o sectores marginales de las distintas sociedades estatales; todos los cuales pertenecen a variantes, más o menos definidas, de una misma tradición cultural.
  • B) Tampoco considera adecuado equiparar a las identidades nacionales occidentales con las identidades étnicas, no sólo por la presencia constructora del Estado, sino por la ya señalada pertenencia a una misma tradición cultural. Los códigos culturales involucrados en la relación entre venezolanos y brasileños son genéricamente occidentales, aunque exista una distancia lingüística; pero la relación entre mapuches y chilenos se establece entre lógicas diferenciadas, que requieren un esfuerzo adicional de los protagonistas para lograr una comunicación entre distintos campos semánticos no sólo lingüísticos sino también culturales.
  • C) Tratando de contribuir al debate sobre el multiculturalismo, el economista hindú Amartya Sen (2001) ha propuesto la posibilidad de desarrollar una identidad plural, ya que podemos identificarnos con distintos grupos a la vez a partir de nuestra capacidad de elección y teniendo en cuenta que las culturas no constituyen conjuntos monolíticos. Sin embargo las fronteras étnicas y las diferencias de poder hacen que las elecciones identitarias no sean tan libres.


Discursos de la identidad
Dentro de los grupos étnicos de América Latina se pueden determinar dos complejos sistemas operantes en la elaboración del discurso de la identidad colectiva. Se tratan de dos discursos: Uno refiere a la naturaleza del "nosotros" y el otro al nosotros confrontado con los "otros". 

En el primer caso tenemos que en muchas de las lenguas nativas,los términos originarios para designar al grupo de pertenencia, se corresponden con la noción de humanidad que se desprenden de los mitos etiológicos. El discurso sobre el nosotros étnico se basa entonces en la propia lógica cultural que explica el nacimiento de los antecesores del nosotros, que es el que necesita ser conocido y legitimado.

Así, en sus etapas iniciales, las construcciones ideológicas sobre los otros suelen desarrollarse a partir de las categorías de entendimiento propias de cada cultura; dichas categorías se encuentran contenidas en las nociones cosmológicas que se proyectan sobre la nueva realidad, para interpretarla como un signo compatible con el tradicional sistema simbólico. Incluso las narraciones míticas sobre el origen de los blancos, suele estar acompañada por mitos de privación, que buscan explicar la pobreza de unos y la riqueza de otros (Bartolomé, 2005). Este proceso de apropiación simbólica se advierte especialmente en las narrativas mitológicas que tratan de explicar no sólo el origen y la presencia de los "blancos",sino también la asimetría de posiciones y la posesión diferencial de los bienes a partir de categorías comprensibles en términos tradicionales.

Con el tiempo, este discurso sobre los otros, que ayuda a comprender la situación presente del nosotros, tiende a ser reemplazado o acompañado por un discurso sobre sí mismos, construido para definirse ante los demás. Es decir que se pasa de un discurso cosmológico sobre la identidad, a un discurso político sobre la etnicidad, tal como fuera documentado en el caso de los yanomami del Brasil (B. Albert, 1995:5). En esta nueva construcción auto-referencial, suelen participar argumentos proporcionados por el exterior, ya que se asume que poseen una cierta validez explicativa, al permitir una mejor representación emblemática de la propia sociedad ante los otros. Así, por ejemplo, se produce una apropiación del discurso ecologista, asumiéndose y representándose como pueblos que conviven de manera armoniosa y no destructiva con la naturaleza.

Estos procesos no implican una falsificación,sino una apropiación del discurso de los otros, en un intento que se comprenda mejor el nosotros en base a las categorías y axiologías externas. Esta construcción ideológica y discursiva que pretende expresar la identidad grupal encuentra también su sustento en los propios referentes culturales. La identidad, en tanto construcción ideológica,cambia junto con los contenidos culturales y los contextos sociales en los que se manifiesta, ya que no hay identidades inmutables sino procesos sociales de identificación. Con frecuencia en esta dinamización se utilizan referentes identitarios tradicionales a veces mitificados, pero básicamente resignificados, como signos emblemáticos para representar sus luchas sociales.

Lo que se exhibe en estos casos no son "ideas" o"cosas" sino indicadores, datos que pretenden demostrar la presencia de una alteridad, proveniente de una tradición cultural difícilmente visualizable o comprensible en otros términos.

Indudablemente, las relaciones de dominación y subordinación construidas a partir del colonialismo, constituyen un dato central en la estructuración ideológica de las representaciones colectivas, por lo que están presentes en la gran mayoría de las expresiones identitarias actuales.

A partir de los datos que le proporcionan sus relaciones con el exterior y con su espacio interior, la etnia construye una narrativa de sí misma elaborada en términos de una lógica discursiva que responda al desarrollo histórico y contemporáneo de su proceso social de identificación.

En el marco de la vida cotidiana, los distintos aspectos del sistema cultural son vividos como elementos no reflexivos de la realidad, pero en las confrontaciones con otros son resignificados y esgrimidos como factores constituyentes del ser colectivo del grupo. Es la relación con otras identidades posibles la que genera una necesidad de identificación, culturalmente argumentada, lo que da cuenta del carácter relacional de las identidades colectivas y su dependencia de los variables contextos históricos.

Por identidad étnica entiende entonces M.Bartolomé a una construcción ideológica histórica, contingente, relacional, no esencial y eventualmente variable, que manifiesta un carácter procesual y dinámico, y que requiere de referentes culturales para constituirse como tal y enfatizar su singularidad, así como demarcar los límites que la separan de otras identidades posibles.



Palabras clave:
Identidad étnica - Etnicidad - Identificaciones - Indígenas América Latina.

(El artículo ha sido editado en su formato por cuestiones de compatibilidad del presente blog, no habiéndose suprimido párrafo alguno ni modificando, en absoluto, el texto original en su fondo). 
Nota y enlaces de Lic. Alexis Díaz-Moyá)

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